Ayer estuve con la Parca, últimamente nos vemos de cuando en cuando. Me acompaña a todas partes y, sabe más de mí que yo de ella. Me da muestras de su astucia, y con numerosos obstáculos zancadilléa mi vida. No le guardo rencor por esto, y me atrevería a decir; que le estoy hasta cierto punto agradecido. Es ella quien da luz a mis ojos y dilata mis pupilas, quien ha hecho de mí un hombre nuevo , capaz de amar las cosas más sencillas. Debo respetarla y atender en todo aquello que me diga. Pues, temo que me ha de acompañar toda la vida.