Aquí todos somos iguales, "de momento".
Esta mañana he sido testigo de un acontecimiento que me temo muy habitual en muchos ámbitos de la sociedad. Me encuentro sometido a curas ambulatorias, debido a una reciente intervención quirúrgica (nada grave), todos los días acudo al centro de salud en Petrel; la ciudad donde resido. Éramos un número considerable los que estábamos en la sala, a la espera de ser atendidos por el personal sanitario. De sobra es sabido (aquí también entra el sentido común) que, debemos, tenemos; hay que guardar un turno. Salvo la muy justificada urgencia; que nadie cuestiona. Aun así, en la sala abundan los carteles que nos informan ( por si no apareciese el sentido común) entre otras cosas, esas elementales normas de buena convivencia, tan necesarias para una buena salud. Me encontraba a la espera de ser atendido, cuando entra un matrimonio de avanzada edad, acompañados de una auxiliar de dicho centro. Parecía, o al menos se evidenciaba algún parentesco. La auxiliar, muy educadamente, les indica e...