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Mostrando entradas de febrero, 2017

Aquí todos somos iguales, "de momento".

Esta mañana he sido testigo de un acontecimiento que me temo muy habitual en muchos ámbitos de la sociedad. Me encuentro sometido a curas ambulatorias, debido a una reciente intervención quirúrgica (nada grave), todos los días acudo al centro de salud en Petrel; la ciudad donde resido. Éramos un número considerable los que estábamos en la sala, a la espera de ser atendidos por el personal sanitario. De sobra es sabido (aquí también entra el sentido común) que, debemos, tenemos; hay que guardar un turno. Salvo la muy justificada urgencia; que nadie cuestiona. Aun así, en la sala abundan los carteles que nos informan ( por si no apareciese el sentido común) entre otras cosas, esas elementales normas de buena convivencia, tan necesarias para una buena salud. Me encontraba a la espera de ser atendido, cuando entra un matrimonio de avanzada edad, acompañados de una auxiliar de dicho centro. Parecía, o al menos se evidenciaba algún parentesco. La auxiliar, muy educadamente, les indica e...

Para recordar

Hace unos meses por fin estuvimos en Córdoba (llevaba tiempo queriendo ir), no me decepcionó en absoluto. Es una de esas ciudades con un encanto sublime.             Antes de iniciar un viaje suelo documentarme; son importantes los previos, la estancia y la vuelta ( el antes, durante y después), no concibo otra forma de viajar.             Para los previos me fue de gran ayuda dos libros que me dejó mi cuñada Ángels: " Córdoba de los Omeya", de Antonio Muñoz Molina y Filósofos Cordobeses Universales, de Jordi Puigdomènech ( Séneca, Osio , Ibn Hazm, Averroes y Maimónides ). Cinco destacadas figuras del pensamiento occidental nacidas en esta ciudad.             Muñoz Molina es un gran narrador, "Córdoba de los Omeya", siendo un libro divulgativo, no está exento de una fuerte carga literaria. Por supuesto esto sólo está al alcance de grandes maestros, él lo es. Jordi Puigdomènech es profesor d...

Quiero contaros una historia.

Quiero contaros una historia: fue en el año 86-87, cuando matriculamos a mi hijo Rodrigo. Por aquellos tiempos, "Giner de los Rios," recuerdo que era un centro novedoso. Dotado de unas extraordinarias instalaciones ( se decía que en un futuro muy próximo haría las veces de Instituto), creo que se referían al nuevo sistema educativo; la E.S.O. Así pues, Rodrigo cursó la E.G.B en dicho centro, a la espera de verlo convertido en instituto. No fue así, cursó bachiller en otro centro. Sin embargo, la vida; imprevisible, nos empuja por caminos que ni siquiera podíamos haber imaginado: después de 25 años, Rodrigo es nuevamente alumno del centro; ahora "Emilio Castelar". Es más, yo también me he matriculado. Fue este verano cuando me dijo Rodrigo: "papá, he pensado apuntarme al acceso a la universidad, ¿porqué no te animas? " No sé Rodrigo, ya sabes que tengo mucho trabajo. Por otra parte, a mi lo que me gusta es pintar, leer y hacer un poco deporte. Además,...

"Ven aquí, no te escapes, que te voy a comer"

Como todos los domingos, hemos comido "paella"; arroz con verduras. Nada nuevo, casi todas las semanas lo hacemos, eso sí, voy alternando: marisco, a banda, negro... Para mi es un día feliz, disfrutamos de unos momentos muy agradables con mi hijo, mi nuera y mi nieta Lucía. Da gusto ver a la pequeña comer el "arrocito", como ella suele decir. Hoy, ha estado francamente graciosa. Durante la comida, en un momento determinado y viendo que un granito de arroz se "escapaba" de su cuchara, ha dicho: "ven aquí, no te escapes, que te voy a come r."

Agradables detalles de la vida.

Hoy, he ido al "cole" de Lucía; he sorprendido a mi nieta. Ha sido bonito, no se lo esperaba (es la primera vez), su carita era una gran manifestación de emociones. Me ha dado un abrazo que no olvidaré nunca, seguidamente se ha apresurado a enseñarme "su cole". Parecía que también quisiera enseñar a su abuelito; de la misma manera que me llena de orgullo cuando voy de paseo con ella. Agradables detalles de la vida, que no quiero dejar escapar, y la escritura me brinda una oportunidad única.

"Agobiones"

  Lucía no deja de sorprenderme; hoy me ha dicho: "abuelito, no me des agobiones." No ha cumplido aún los tres años (le faltan tres meses).    ¿Agobiones? Pregunto a mi hijo Rodrigo, pero no sabe dónde lo pudo oír; "papá, ya sabes, son esponjas."    "Agobiones", no aparece en el Diccionario de la R.A.E. Sin embargo, el vocablo no puede ser más explícito.                ¡¡Creando Lenguaje!! Me siento muy dichoso, espero y deseo verla crecer:                ¡¡Sorprendiéndome!!